DIARREA DEL VIAJERO
QUÉ ES
La diarrea del viajero, diarrea del turista o gripe intestinal, es el problema de salud más frecuente cuando se viaja a países con pocas condiciones higiénico-sanitarias. Los destinos con mayor riesgo son África, sudeste asiático, América Central y del Sur; y en menor medida el Caribe y la Europa del Este.
Generalmente no es un problema grave, el cuerpo acaba adaptándose a las condiciones del lugar de destino, pero puede alterar la planificación del viaje y en el 30% de los casos la necesidad de quedarse en cama por 2-3 días.
CAUSAS
Se debe a una infección por una bacteria, virus o parásito. Los microorganismos causantes varían de un país a otro. Los más frecuentes: Echerichia coli, Shigela, Salmonella, Campylobacter, Rotavirus y Giardia Lamblia. En España por ejemplo, destacan: Salmonella, Staphylococcus o Campylobacter.
TRANSMISIÓN
Por vía oral a través del consumo de alimentos o bebidas contaminadas con esos microorganismos.
Alimentos de mayor riesgo: moluscos, mariscos, frutas no lavadas o peladas, ensaladas, mayonesa y alimentos que la contienen, leche y derivados, postres dulces, quesos y embutidos.
Alimentos más seguros: pan y derivados, aquellos servidos muy calientes, carnes y pescados bien
cocidos, frutas con la piel lavada por uno mismo, verduras hervidas, pasta sin huevo recién cocida.
VÍAS DE TRANSMISIÓN
Heces – mano – boca:
La prevención consiste en lavarse frecuentemente las manos, especialmente después de ir al baño y antes de comer.
Comida o bebida:
Alimentos lavados con aguas contaminadas, uso de excrementos inapropiados como fertilizantes, etc. Recuerde que los cubitos de hielo también pueden estar contaminados.
Toxinas (sustancias tóxicas) que producen algunos microorganismos
Por ejemplo la toxina botulínica, que puede encontrarse en algunos alimentos en conserva, o la que produce Staphylococcus aureus o Bacillus cereus (este último a veces, al calentar y enfriar repetidamente platos preparados con arroz).
SÍNTOMAS
Los síntomas comienzan en el segundo o tercer día. Se da la aparición de cuatro o más deposiciones diarreicas en 24 horas, si se acompaña de al menos de uno de los siguientes síntomas:
náuseas, vómitos, calambres o dolores abdominales, fiebre, dolor en la defecación. La mayoría tendrán menos de 6 deposiciones al día, pero un 20% llegan hasta 20 deposiciones.
Entre 1-3% de los viajeros padecerá diarrea crónica que dura más de 1 mes (durante y después del viaje) y consiste en la emisión de heces sueltas, en muchos casos intermitentes, acompañadas de pérdida de peso, flatulencia, debilidad (a veces fiebre).
PREVENCIÓN. Consejos:
- AGUA:
- Beber bebidas embotelladas y cerradas. No lavarse los dientes con agua del grifo.
- Lavarse las manos con frecuencia y usando jabón.
- Evitar los cubitos de hielo en las bebidas.
- ALIMENTOS:
- No coma frutas ni verduras crudas, a menos que se les quite la cáscara. Lave todas frutas y verduras antes de comerlas.
- No consuma vegetales de hoja crudos (por ejemplo: lechuga, espinaca, repollo), porque son difíciles de limpiar.
- Evitar alimentos crudos o poco cocinados que se han mantenido sin refrigeración durante algunas horas.
- Evite los mariscos.
- No compre alimentos a vendedores callejeros.
- Consuma alimentos calientes y bien preparados, porque el calor mata las bacterias.
- Evitar helados, natillas, flanes, cremas y derivados lácteos no pasteurizados.
- HIGIENE:
- Lávese las manos con frecuencia.
- Asegure la limpieza de platos y utensilios.
- Tomar Probióticos que aumenten la flora y la resistencia a los gérmens causantes de diarreas
TRATAMIENTO
La mayoría de las diarreas se resuelven en unos días con tratamiento dietético.
Rehidratación y dieta: En cuanto aparece la diarrea, hay que aumentar la ingesta de líquidos. Si la diarrea continúa más allá de 24 horas, deberá tomar sobres de rehidratación oral que podemos recomendar en la farmacia, para reponer electrolitos.
Además deberá seguir una dieta blanda con alimentos como arroz cocido, manzana pelada, tostadas de pan, patata hervida, pollo o pescado blancos hervidos…
Antidiarreicos: La loperamida (Fortasec por ejemplo) debe utilizarse además de la rehidratación para la mejorar los síntomas porque disminuye la motilidad. No debe administrase a niños menores de 2 años ni en ningún caso de diarrea con sangre o si se acompaña de fiebre alta.
Antibióticos: En la mayoría de los casos no es necesario, pero en ocasiones si la infección es muy alta y bajo prescripción médica existen diversos tratamientos antimicrobianos eficaces.
En cualquier caso, no olvides que es importante reforzar con probióticos que se encargarán de reponer la flora intestinal dañada y regular las funciones del intestino.